FUNDACIÓN DEL CLUB DE RADIOEXPERIMENTADORES DE COLIMA “J. ROBERTO LEVY”, A.C.
Prof. Manuel Velasco Murguía, XE1GGG (*)
Los radioaficionados forman una hermandad agrupada no sólo en lo regional y nacional, sino también internacionalmente, para practicar su afición, establecer lazos de amistad mediante el útil recurso de la comunicación y experimentar. Con este objeto organizan concursos y convenciones anuales con sede en distintas poblaciones a donde ocurren con su familia y así se vive una grata convivencia.
Pero en cuanto la sociedad o el poder público requieren de sus servicios, los encuentra siempre dispuestos y preparados para servir con sus equipos y personalmente, ayudando o a veces sustituyendo a los medios normales de comunicación, cuando éstos son dañados o destruídos por los siniestros como los ciclones, las inundaciones o los incendios. Restablecida la normalidad, vuelven a la práctica de su afición sin esperar más recompensa que la satisfacción de haber sido útiles a sus semejantes. El año anterior de 1982 se conmemoró el cincuentenario de la fundación de la Liga Mexicana de Radioexperimentadores, A. C., y en este año de 1983 cumplirá 24 años de fundado el Club de Radioexperimentadores de Colima “J. Roberto Levy”, el domingo 19 de julio. Dicha asociación estatal quedó integrada así:
Presidente, Julio Alcaraz Sevilla, XE1CCU; Secretario, Manuel Velasco Murguía, XE1GGG; Tesorero, Daniel Dozal de la Rosa, XE1DDE; Vocal, Crescencio Andrade Michel, XE1BBU; Vocal, Salvador Vallejo Corona, XE1YK Relaciones, Alfredo Ruiz Silva, XE1AAR; Representante ante la LMRE, José Levy Vázquez, XE1WX
La naciente organización se hallaba en sus trabajos de organización y adquisición de equipos, cuando ocurrió el ciclón del 27 de octubre de 1959, que azotó las costas de los estados de Colima, Jalisco y Michoacán, cuyas consecuencias fueron desastrosas en la pérdida de vidas y haciendas. Las comunicaciones quedaron suspendidas, ya que las líneas telefónicas y telegráficas fueron destruídas por el viento y la lluvia torrencial y a causa de ello grandes núcleos de población quedaron aislados, pendientes de auxilios en alimentos, medicinas y asistencia médica. Ante esas circunstancias, el Radio Club se aprestó a servir y a pesar de sus limitaciones en equipos, se considera que cumplió de manera eficiente y rápida. Tuvo la ventaja de contar con un canal despejado por instrucciones oficiales y trabajó en la frecuencia de 7,115 Kc., banda de 40 metros, que mantuvieron desocupada los radioaficionados. El auxilio de los damnificados se llamó “Operación de Occidente” y su centro de mando se instaló en el campo de aviación de Colima. Teléfonos de México dispuso un aparato telefónico de que se carecía y permitió que la estación del Radio Club, instalada en Palacio de Gobierno, usara en el teléfono número 294 un “phone patch”, para que la comunicación se estableciera de teléfono a teléfono al través de la estación XE1IIO, e igual dispositivo en la XE1A, México, del Sr. Juan Lobo y Lobo y las de Guadalajara (XE1RM, XE1UF y XE1HHH).
El jefe de la operación aérea fue el General P.A. DEMA Roberto Salido Beltrán, quien dispuso de aviones DC-3, avionetas particulares, helicópteros y aviones del Colegio del Aire, del cual era Director. No se lamentó ni un accidente en el tráfico aéreo, lo que significó una elocuente demostración de la eficiencia del mando. La Jefatura de la asistencia médica y medicinas estuvo a cargo del Dr. Javier de la Riva, Oficial Mayor de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, quien demostró una alta eficiencia en la dirección de los auxilios y una resistencia física que exigió jornadas agotadoras cada día para que fueran oportunos y efectivos. La Jefatura en la distribución de alimentos, ropa y enseres la desempeñó por acuerdo presidencial el Almirante Manuel Zermeño Araico, Secretario de Marina.
(*) Tomado del libro Cosas de Colima. Manuel Velasco Murguía. Edición de la Universidad de Colima. 1984. Pag. 167.